Procesos o fenómenos conservadores del cadáver

Estómago mamífero plastinado

Igual que son conocidos los procesos destructores del cadáver, también encontramos con otros, que son los que vamos a estudiar en este post, como los “fenómenos conservadores” del mismo; pues no siempre la descomposición cadavérica -autolisis y putrefacción-  llevará a la destrucción progresiva de los seres vivos una vez fallecidos.

Es posible que por factores diversos, los fenómenos putrefactivos (los cromáticos, iniciados por la aparición de la mancha verde generalmente en la fosa iliaca izquierda, los enfisematosos, colicuativos y la reducción esquelética), se detengan y comiencen los procesos objeto de estudio en esta ocasión: “los fenómenos conservadores del cadáver”.

Por tanto, centrando el tema, sabemos que existen dos tipos de procesos conservadores: los naturales y los artificiales, estos últimos regulados por la ley.

En el primer grupo, los “naturales” se encuentran la momificación, la saponificación o adipocira, la corificación y la congelación y en el segundo, el embalsamamiento, la refrigeracióm y la pastinación.

A. Fenómenos “naturales” conservadores del cadáver

1. ¿Qué es la momificación?

Pues, la momificación no es más que la desecación del cadáver por evaporación del agua de sus tejidos, lo que da lugar a que estos sufran una transformación especial por la que persisten las formas exteriores durante un tiempo prolongado. Se estima que este fenómeno tarda en producirse entre 1 a 12 meses dependiendo de las condiciones ambientales y del volumen corporal.

1.1. ¿Cuáles son las condiciones para que se produzca la momificación?

La condición básica, para la momificación, es la pérdida de agua del organismo.

1.2. ¿Qué factores o condiciones favorecen la perdida de agua del organismo y por tanto la deshidratación-desecación de los tejidos?

a) Factores o condiciones ambientales.

- Arena caliente de los desiertos.
     
- Subterráneos, criptas o grutas naturales.
     
- Frío.

4. Terrenos ricos en sustancias higroscópicas (nitratos y otras sales).

Se ha visto que este fenómeno se da con frecuencia en cadáveres enterrados en algunos cementerios, como el de los Inocentes de París y el de San Eloy de Dunkerke, por ser terrenos secos, fríos y con aire.

b) Factores o condiciones individuales. Se facilita la momificación en:

- Niños recién nacidos, pues entonces la edad es un factor favorecedor a menor edad, menos superficie corporal y por tanto mayor pérdida de agua y deshidratación de los tejidos.
   
- La delgadez, por lo que los factores constitucionales o corporales es otro de los factores favorecedores: a mayor delgadez, mayor perdida de agua, más fácil la deshidratación de los tejidos y por tanto la “momificación”.
   
- La causa de la muerte: pérdidas de sangre voluminosas, diarreas, tratamiento antibiótico, etc.

Hay autores, que incluyen en esta clasificación el “sexo” manifestando que es más frecuente la momificación en mujeres que en hombres, lo cual refuerza que la constitución corporal es un factor que favorece la momificación natural.

1.2. ¿Qué partes del cuerpo son más propensas a momificarse antes?

Muy fácil… La momificación suele comenzar por las partes expuestas (no cubiertas) y más delgadas del cuerpo (la facies, manos y pies) para ir extendiéndose por el resto de la superficie corporal del cadáver. Lo último en deshidratarse son los órganos internos

1.3. ¿Cuáles son los caracteres generales que presentan las momias?

Estos son:

- Gran pérdida de peso.

- Gran consistencia de la piel.

- Conservación de formas externas.

- Gran duración.

2. ¿Qué interés médico-legal tienen los cuerpos momificados?

- Preservan elementos que permiten obtener información útil para la identificación, incluso por medio del estudio del ADN antigua o ADN mitocondrial.

- Se puede establecer en muchas de ellas la causa de la muerte (traumatismos, Roturas de órganos, malformaciones…).

- En cuanto al establecimiento de la data de la muerte o antigüedad de la momia, los cadáveres momificados presentan mayores dificultades para determinación aproximada, ya que una vez momificado el cuerpo las diferencias que pueden establecerse con respecto al tiempo que lleva momificado prácticamente no existen.

2. ¿Qué es la saponificación o adipocira?

Es un proceso transformativo del cadáver que consiste en un cambio químico de la grasa corporal que se convierte en un compuesto céreo similar a los jabones.

El resultado final es la formación de una coraza dura, granulosa, de color gris blanquecino, que se llamó adipocira.

La saponificación puede afectar a todo el cadáver o a parte de él.

Comienza en las partes que tienen más panículo adiposo (mejillas, muslos, nalgas) y posteriormente puede extenderse al resto del panículo adiposo.

Este proceso apenas afecta a órganos internos.

Según los autores clásicos el tiempo que se necesita para la formación de adipocira se estima que es entre 3 a 12 meses, aunque se han observado periodos más cortos (hasta de 2 semanas).

Si el cadáver se ha saponificado en agua la adipocira es de color blanco y, si se produce en tierra es de color amarillo.

Entre la adipocira reciente y antigua existen varias diferencias, siendo la reciente untuosa al tacto, viscosa (se deja modelar) su corte es parecido al de la mantequilla y en su interior existen fragmentos de tejidos, como restos de tendones, aponeurósis, músculos, ligamentos, etc.

En cambio, la adipocira antigua es dura, seca, quebradiza y presenta al corte una estructura homogénea (no engloba tejidos corporales).

La transformación de una a otra es lenta y gradual y no existen límites cronológicos.

2.1. ¿Cuáles son las condiciones idóneas para la saponificación?

Indispensable el medio húmedo, sin este no se forma la adipocira.

a) Ambientales

- Cadáveres sumergidos en agua.

- Suelos arcillosos o húmedos.

- Cadáveres amontonados.

b) Individuales

- Edad: más frecuente en niños pequeños.

- Sexo: más frecuente en mujeres.

- Obesidad: más frecuente en sujetos obesos.

- Algunas patologías como el alcoholismo e intoxicaciones que originen degeneración grasa.

2.2. ¿Qué interés médico-legal tienen los cadáveres saponificados?

En ocasiones es posible establecer la causa de la muerte si la saponificación es completa.

En contra tiene que la piel no suele estar bien conservada, no suele ser completa y que los cadáveres saponificados acaban por destruirse en un periodo no muy largo.

3. ¿Qué es la corificación?

Es un fenómeno que se produce cuando el cadáver se encuentra en el interior de una caja de zinc soldada.

El nombre deriva del aspecto de estos cadáveres cuya piel se asemeja al cuero curtido.

Este cuero presenta un tacto consistente, un color gris amarillento, con una cierta flexibilidad y consistencia blanda.

Los órganos están reducidos de volumen y conservan bastante bien su forma.

El tiempo necesario para que se produzca este fenómeno según Dalla Volta se encuentra establecido entre 1 y 2 años, aunque en ocasiones ha podido observarse en un periodo mucho menor (2-3 meses).

3.1. ¿Cuál es el Interés médico-legal de la corificación?

Pueden realizarse identificaciones anatomopatológicos e incluso traumatológicas.

B. Fenómenos “artificiales” conservadores del cadáver.

1. Embalsamamiento.

Es una técnica que se ha empleado desde muy antiguo y por gran número de civilizaciones: egipcios, judíos, incas, y otras momias de tierras andinas, son las civilizaciones más conocidas que han tenido gran práctica en estas técnicas.

En la actualidad el embalsamamiento se hace por razones piadosas, a petición de familiares y por imperativo legal.

Existen dos técnicas para la conservación del cadáver: la conservación transitoria y el embalsamamiento.

1.1.-  Método de conservación transitoria

a. Mediante sustancias líquidas. Se inyectan con trocar grueso en cavidades (cráneo, tórax, abdomen) y masas musculares. La fórmula tipo es la siguiente:

- 2 litros de formol al 50 % 
- 5 litros de agua

b. Mediante sustancias secas. El cadáver se coloca sobre una capa de serrín mezclado con sulfato de zinc que se riega con una solución de formol. La fórmula tipo empleada es:

- 6 kg. de sulfato de zinc.
- 9 kg. de serrín de madera.
- 2 kg. de una solución de formol al 40%.

1.2. Método de conservación definitiva.

1. Embalsamamiento.

Básicamente consiste en una inyección intraarterial generalizada de un líquido fijador y conservador que drena la sangre venosa, complementada con el tratamiento simultaneo de grandes cavidades con el mismo líquido conservador.

Desde el punto de vista de soluciones conservantes autorizadas por la ley pueden ser os tipos: 

-  2 l. de formol solución comercial + 3 l. de alcohol etílico + 5 l de agua destilada.
-  330 gr. de cloruro de cinc cristalizado + 5 l. de agua destilada.

En la actualidad existen diferentes fórmulas, algunas de ellas patentadas para emplear en el embalsamamiento, dadas las propiedades cancerígenas del formol.

Desde el punto de vista de la actuación médico-legal, en el cadáver embalsamado es posible establecer la identidad y el diagnóstico de la causa de la muerte. En cambio, el estudio destinado a establecer la data de la muerte , estudios hematológicos y toxicológicos, es prácticamente imposible. Muchos cadáveres embalsamados pueden identificarse con las técnicas de última generación de ADN.

El embalsamamiento es útil para la conservación de cadáveres con fines docentes, en muchas facultades de Medicina se conservan para la enseñanza por las cátedras de anatomía, las cuales reciben las donaciones de cuerpos. Estas donaciones se acompañan de un documento firmado por el donante en vida o sus derechos habientes con la asistencia de dos testigos. Para su conservación se suele usar formol y en muchas ocasiones la plastinación de cuyas características hablare después en otro epígrafe de este post.

2. Refrigeración.

Se usa en cadáveres que necesitan conservarse para la autopsia, para la identificación o bien por deseo de la familia. Este proceso se lleva a cabo en cámaras especiales que mantienen la temperatura entre 0º y 4º.

El interés médico-legal de la refrigeración deriva de las siguientes circunstancias:

- El frío modifica los fenómenos cadavéricos y puede inducir falsas interpretaciones, así las livideces aclaran su color y aparecen en un tono cobrizo.
- El enfriamiento pierde todo su valor para el cronatodiagnóstico
- La autolisis y la putrefacción no pueden emplearse para la data de la muerte.

3. Plastinación.

La plastinación es un método de conservación artificial, en el que los líquidos y parte de la grasa de los órganos de un cadáver se reemplazan por un polímero en condiciones de vacío y congelación. 

Con esta técnica, se consigue detener la descomposición cadavérica, pues dificulta la formación de enzimas proteolíticas e impide el crecimiento bacteriano en los tejidos.

Con la plastinación podemos hacer una exposición del cuerpo humano real, tal cual es, lo que permite el estudio anatómico externo e interno de un cadáver.

Gunther Von Hagens fue quien la patentó la técnica entre el año 1977 y 1982, esta técnica precisa de los conocimientos en anatomía y conocimientos de química, sobretodo conocimiento de los polímeros para conseguir la preservación de tejidos y órganos retirados del cadáver o la totalidad del mismo…

El uso de esta técnica para la exposición de cadáveres no queda libre de críticas y cuestionamientos éticos en torno a que muchos autores detractores de la técnica piensan y dicen que por lo general los espectadores acuden a las exposiciones de cadáveres plastinados, movidos por la curiosidad y el morbo.

En definitiva, el interés médico legal de estos fenómenos conservadores del cadáver, es diverso, pues permite resolver cuestiones médico forenses de interés judicial, tal como: determinar la causa de la muerte, el mecanismo de la muerte y obtener datos para la identificación (morfológica, lofoscópicas –huellas dactilares, palmares, plantares, palatinas, queiloscópicas, auriculoscópicas…).


Bibliografía


Gisbert Calabuig J.A, (1998), Medicina Legal y Toxicología, Barcelona, 5ª edición. Masson.


Bonnet, E. F. P, (1980), Medicina Legal, Bs. As, 2° Edic. López Libreros Editores.


Simonin, C, (1982), Medicina Legal Judicial. Legislación y Jurisprudencia Españolas, Barcelona, 2°Edic. Reimp. Editorial. Jims.


Vargas Alvarado, E, (1991), Medicina Forense y Deontología Médica, México, Editorial. Trillas.





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