Estudio criminológico de las sectas



Un grupo se define como secta no tanto por la doctrina que profesa, la ideología que sustenta, o por sus fines, sino, por sus métodos y formas de actuar.

La característica fundamental de una secta destructiva es el empleo de técnicas de manipulación, persuasión y control.

Técnicas de Persuasión Coercitivas

1. Ambientales: aislamiento, control de la información, creación de un estado de dependencia existencial (delegación de necesidades básicas y secundarias a la secta), debilitamiento psicofísico (dieta empobrecida, horas de sueño limitadas)
2. Emocionales: activación emocional del gozo por medio de la emoción positiva, necesidad de amor, activación emocional del miedo, culpa o ansiedad por la aplicación aplicación selectiva de premios, o castigos.
3. Cognitivas: denigración del pensamiento crítico (rechazo del pensamiento autónomo), uso de la mentira y del engaño (se busca que el sujeto acepte ideales y doctrina ocultando información), condescendencia e identificación con el grupo (idea de grupo como ente superior, identificación con el grupo vestimenta, adornos, etc.), control de la atención (tiempo siempre ocupado), control del lenguaje.
4. Inducción de estados disociativos: alteran la conciencia con el fin de inhibir/desinhibir la conducta por medio del uso de drogas, cánticos, mantras, meditación, oración, sugestión, etc.

Las técnicas ambientales son más importantes pero primero hay que actuar sobre las emocionales.

Procesos para la captación e integración en las sectas

Hay que tener en cuanta al sujeto activo que es la persona libre que busca la secta (libertad) y al sujeto pasivo que es la persona vulnerable que es captado por la secta (coacción).

Se distinguen tres fases principales en el proceso de captación:

1. Persuasión: fase en donde se va a realizar el bombardeo afectivo. Se puede dirigir a una población concreta o a una población general. Se divide a su vez en dos fases: la seducción  y la captación
2. Conversión: en esta fase se intenta cambiar el tipo de pensamiento. Se utilizan técnicas coercitivas ambientales y cognitivas. Se produce un cambio profundo del “yo”. 
3. Adoctrinamiento: consolidación firme de la nueva identidad, por medio de técnicas coercitivas que impiden huir o volver atrás a la persona captada. 

Procesos de desconversión.

Existe la posibilidad de salir de una secta por medio de tres vías: 

1. Iniciativa propia.
2. Expulsión.
3. Desprogramación forzada.

La mayoría de las personas que abandonan estos grupos lo hacen por medios propios, sin la ayuda de una desprogramación u otro apoyo terapéutico. Bromley (1991) dividió el proceso de desconversión en tres etapas: 

1. Desafección.
2. Suceso precipitante.
3. Separación.

Consecuencias psicosociales

El grado de afectación y deterioro depende de tres factores: 

1. Personalidad previa del sujeto. 
2. Nivel de integración y permanencia en la secta. 
3. Tipo de secta y dinámica interna. 

Entre las allteraciones más frecuentes encontramos: distorsión de la percepción e interpretación de la realidad, imposición de la emocionalidad sobre la racionalidad, trastorno de la propia identidad (trastorno disociativo no especificado), trastornos de ansiedad, trastornos psicóticos...

No solo hay que intervenir sobre el ex miembro de la secta, también en su familia.

Medidas de Prevención

No hay un perfil único de potencial miembro de secta pero existe un conjunto de factores de riesgo: 

1. Periodo evolutivo crítico: paso de la adolescencia a la madurez/vejez, suceso crítico (ruptura de pareja, muerte familiar, enfermedad, etc.).
2. Factores individuales/personales: baja autoestima, confusión, inseguridad, angustia, dependencia.
3. Factores microsociales/macrosociales: problemas familiares, paro, competitividad, desarraigo social, etc.

Problemática Jurídica

El núcleo fundamental del problema nos sitúa directamente en los delitos contra la libertad y otros delitos contra la integridad moral. Además, las prácticas de las sectas coercitivas pueden vulnerar el artículo 15 de la Constitución Española, que recoge los artículos tercero y quinto de la Declaración Universal de Derechos Humanos y que garantiza a todos el derecho “a la integridad física y moral, sin que, en ningún caso, puedan ser sometidos a torturas ni a penas o tratos inhumanos o degradantes".

La alegación a que la persona dio su consentimiento y se prestó voluntariamente a determinadas prácticas es común encontrársela en los casos de sectas coercitivas. Sin embargo, el consentimiento de la víctima, no tiene eficacia cuando vulnera algún principio constitucional, como el de la dignidad de la persona o el pleno desarrollo de la personalidad.

Comentarios