Identificación personal

Cicatrices como elementos identificadores

IDENTIFICACIÓN PERSONAL

Identificar una persona es establecer su individualidad. Individualizar es determinar aquellos rasgos o conjunto de cualidades de una persona que la distinguen de todos los demás y hacen que sea ella misma.

En su más completo sentido, para identificar se emplea un conjunto de conocimientos científicos, procedimientos técnicos u operaciones prácticas para constatar la existencia de una persona, conocerla, reconocerla con seguridad y vincularla de un modo indubitable a sus actos, conducta y comportamiento.

Las técnicas identificación son útiles en los siguientes supuestos:

Sujetos vivos. Es el caso de desaparecidos, de usurpaciones de personalidades e incluso de disputas de paternidad; así como los de enfermos mentales con estados patológicos que cursan con amnesia o trastornos de conciencia, y los de menores que no tengan familiares, amigos o documentos válidos para identificarse.
- Cadáveres recientes. Los casos más frecuentes corresponden a las victimas de desastres colectivos: incendios de locales públicos, inundaciones, accidentes aéreos o de ferrocarril, etc., en todos los cuales las víctimas resultan a menudo deformadas de modo que se hace difícil su reconocimiento. Con algunas adaptaciones se puede aplicar al cadáver reciente la misma metodología que la propia del sujeto vivo.
Cadáveres antiguos. Con estados de descomposición cadaverica avanzadas (fase cromática, fase enfisematosa, fase colicuativa).
- Esqueleto y restos cadavéricos. La identificación de cadáveres en estado de putrefacción avanzada, de cadáveres mutilados o de restos cadavéricos plantea problemas diferentes a los de los dos casos anteriores, tanto por la limitación de datos que proporciona el examen del esqueleto o de los restos cadavéricos como por la esencia misma del problema judicial.

EXAMEN EXTERNO

Importante un examen sistematizado del sujeto que se quiere identificar, aun sin auxilio de instrumentos o técnicas especiales, puede suministrar importantes datos para la identificación.

La descripción de los rasgos fisionómicos constituye el medio más simple para la identificación aquel al que se recuerda incluso en la vida ordinaria.

a) Determinación del sexo

Debe hacerse constar en la correspondiente ficha lo que no ofrece ninguna dificultad, tanto en el vivo como en el cadáver  reciente, salvo en casos complejos de hermafroditismo.

b) Determinación de la edad

En este examen visual se obtiene solo una estimación aproximada de la edad del sujeto, que debe ser precisada con posterioridad con los datos suministrados por el examen radiográfico de los puntos de osificación y la evolución dentaria, que veremos más adelante. En los niños aún pueden ser útiles las antiguas tablas de Quetelet válidas hasta la edad de 13 años, aunque han quedado superadas por las tablas de Sampé que alcanzan hasta los 17 años de edad. 

En los adultos debe prestarse atención especial al estado de las uñas de los dedos de los pies, que se van engrosando y haciéndose opacas y quebradizas con los progresos de la edad. 

Es asimismo interesante el arco senil  de la córnea,  anillo opaco que circunda la periferia de la cornea a partir de los 60 años. La canicie del vello pubiano y de las piernas también es propia de personas de más de 50 años.
 
c) Determinación del peso y de la talla

Se debe determinar con precisión, si bien la cifra obtenida deberá corregirse en algunas ocasiones, teniendo en cuenta la deshidratación cadavérica.

De la misma manera se determinará con un dispositivo adecuado y se corregirá, para compararla con el sujeto vivo, cuando se trate de cadáveres, ya que en éstos es superior en 2 cm a la talla del sujeto en pie.



d) Estudio del sistema piloso y caracteres cromáticos

Tiene especial importancia el cabello, del que constituyen características principales el color tipo, forma de implantación, calvicie, tintes, etc. A veces pueden tener valor identificativo otros componentes del sistema piloso, como las cejas.

Además del ya mencionado color de los cabellos (natural o artificial), tiene también interés como elemento identificativo el color de los ojos y de la piel.

e) Estudio de las marcas particulares y tatuajes

Especial interés tienen estas marcas, en las que se incluyen todas las señales indelebles presentes en la superficie de la piel, que por sus caracteres (morfología, situación y dimensiones) pueden por si solas identificar a un individuo. 

Las principales marcas particulares son cicatrices, defectos congénitos, deformidades o mutilaciones, secuelas de lesiones traumáticas, y estigmas profesionales.

Estas marcas, al igual que los tatuajes, deben ser cuidadosamente descritas, dibujadas y fotografiadas.

f) Examen de los vestidos

Los vestidos suelen tener un gran interés desde el punto de vista de la identificación, por lo que, cuando se trata de cadáveres, deben conservarse cuidadosamente por si pudiesen ser identificados por personas allegadas. 

En ese supuesto caso el responsable de realizar la inspección ocular siempre hará una descripción minuciosa de los vestidos, anotando todos sus caracteres, como el tipo de tejido, el color y dibujo, la talla de la prenda (lo que ya puede dar una idea de la talla y corpulencia del individuo), estado de conservación, etc., serán fotografiados para unir la fotografía al sumario.

De la misma manera que con los vestidos debe prestarse el máximo de atención a todos los objetos que lleve el sujeto en su cartera, documentos, joyas, papeles, billetes de transporte en medios colectivos, así como cualquier material o sus restos que se encuentren en los bolsillos del cadáver. 

La experiencia enseña que, en las catástrofes con gran número de victimas, se identifica con mayor frecuencia a una persona por sus documentos, vestidos, joyas y objetos de que es portador que por los exámenes médicos.

g) Determinación de posibles patologías

Se trata, en general, de datos descubiertos durante el curso de la autopsia y que ayudan, a veces, a la identificación: un tipo de enfermedad o de intervención quirúrgica sufrida tiempo atrás.

MÉTODOS RADIOGRÁFICOS

Las posibilidades de los métodos  radiográficos con fines  identificativos son muy amplias y cubren una variada gama de posibilidades: desde la identificación de restos esqueléticos hasta la de cadáveres en putrefacción y, desde luego, la de cadáveres recientes y en los sujetos vivos. Las cuestiones donde puede ser útil un estudio radiográfico son: la identificación individual, la determinación del sexo y la determinación de la edad.

Las aplicaciones con fines de identificación individual fueron ya propuestas en 1899, con la finalidad de establecer una antropometría radiográfica así como la realización de una ficha craneal y se acuerda la conveniencia de utilizar parámetros radiográficos craneales, además de los senos, como surcos o marcas vasculares. 

Mayor interés puede tener evidenciar, a través del método radiográfico, cualquier alteración ósea, también ha sido utilizado la superposición fotográfica consistente en superponer una radiografía del cráneo y cara con una fotografía de la presunta victima.

En un conjunto muy variado de circunstancias (putrefacción avanzada, accidentes de tráfico aéreo descuartizamientos criminales, etc.) en que el experto ha de identificar no es un cadáver completo, sino restos cadavéricos o huesos aislados.

La metodología que hay que emplear es diferente a la expuesta en el individuo vivo, como son también diferentes los problemas médico-legales a los que hay que responder:

... Data de los restos, o, lo que es lo mismo, establecer cuándo murió el sujeto.
... Especie a la que pertenecen los restos: en concreto si corresponden a la especie humana o animal.
... A qué individuo pertenecen.

CRITERIOS MORFOLÓGICOS

Los exógenos, del lugar donde permaneció el cadáver, que pueden modificar la marcha de la putrefacción, condicionado por la fase de esqueletización,  a modo de guía puede ser válido el esquema de B. Mueller: 

... Formación de una capa de moho en los sepultados en tierra: después de 2 a 4 años post mortem.
.... Desaparición de las partes blandas en los enterramientos en fosas: de 3 a 4 años después de la inhumación. 
... Desaparición de ligamentos y cartílagos en los sepultados en tierra: después de 5 o más años.
... Desaparición de la grasa de los huesos: después de 5 a 10 años.
... Empieza la destrucción de los huesos: después de 10 a 15 años.
... Estado quebradizo, frágil y superficie porosa: más de 50 años.
... Cuando el hueso no tiene médula, su antigüedad es superior a los 6 años; a los 10 años el canal medular está completamente desprovisto de materia orgánica.

MÉTODOS QUÍMICOS

Se basan en las modificaciones que sufre el hueso en su composición química con la evolución posmortal. De las dos partes en que podemos considerar constituido el hueso, parte orgánica y parte mineral, la primera sufre un proceso de degradación putrefactiva, enriqueciéndose relativamente en la segunda

MÉTODOS BIOLÓGICOS

Basados en el estudio de la fauna cadavérica correspondiente a la fase de esqueletización.

DIAGNOSTICO DE LA ESPECIE

Si se trata de animal. Este diagnóstico no ofrece ninguna dificultad cuando el esqueleto está completo, el problema se plantea cuando la peritación recae sobre fragmentos óseos.

DIAGNOSTICO INDIVIDUAL

Se basa en establecer los datos genéricos que permiten situar los restos dentro de un grupo más o menos amplio de individuos, es decir, la raza, el sexo, la edad y la talla.

PROCEDIMIENTO IDENTIFICATIVO DE BERTILLON

El procedimiento identificador de BERTILLÓN se divide en tres partes principales:
... El señalamiento antropométrico.
... El señalamiento descriptivo.
... El señalamiento de las marcas particulares.

IDENTIFICACIÓN POR EL REGISTRO DE LA VOZ

Ya en 1962, Kersta desarrolló un método electroacústico de registro de la voz mediante un sonógrafo, partiendo de la posibilidad  de identificar a una persona por las peculiaridades de la voz. Se trataba de un aparato capaz de registrar las vibraciones a través de un micrófono y registrarlas en un tambor inscriptor. La identificación solo graba mediante la comparación del sonograma problema con el obtenido de la persona en cuestión, si ambos resultaban idénticos. 

Sin embargo, este procedimiento no llegó a entrar en la práctica Criminalística, porque está influenciado decisivamente por factores externos.

Actualmente se utilizan características de la voz que no son modificables a voluntad ni se afectan por factores extraños y que al mismo tiempo, resultan propios o invariables de cada persona. Desde el punto de vista técnico se emplea un osciloscopio, preferentemente de doble trazo, que registra las características indicadas de las voces mplicadas.

El procedimiento consiste en obtener e1  registro de la frecuencia (número de vibraciones dobles por segundo) de la voz en cuestión, así como su amplitud (excursión máxima de la onda desde la posición de reposo). Después se procede a determinar estos mismos parámetros en la voz del sujeto que se trata de identificar, haciéndole pronunciar las mismas palabras que constan en el oscilograma problema.

Cuando ambas gráficas coinciden, afirman la identidad de las voces implicadas y, por tanto, también la del individuo sospechoso.
 
El método se basa en el hecho de que las características analizadas de las vibraciones de las cuerdas vocales resultan propias o idénticas para cada persona, incluso si se intenta disimular la voz.

HUELLAS PLANTARES

La "pelmatoscopia"  es la ciencia que estudia la toma, clasificación, archivo y confrontación de las impresiones plantares y cualquier otra cuestión, teórica o práctica, que del conocimiento de las mismas se derive. Su objeto de estudio es el diseño que conforman las crestas papilares plantares, ubicadas en la cara interna del pie, con el fin de establecer la identidad física humana.

El análisis de las huellas plantares en el ámbito criminalístico es de conceptos y uso  totalmente diferentes a las huellas dactilares.  

En el caso de las huellas dactilares es difícil que las manos vayan protegidas por guantes y en cambio en las plantares es difícil que vayan desnudas, entre el sustrato y el pie irán varias capas de diferentes tejidos, como por ejemplo la tela, la suela, la goma, etc.

De ese modo, siempre será útil la huella del calzado, si el individuo fuera descalzo podría resultar mucho más fácil, pero no es lo probable.  La huella del calzado será diferente acorde  al suelo que pise. Si se trata de una superficie lisa y dura como el cemento, el terrazo, el asfalto, nos dará la huella en forma de impresión. 

En cambio, si la huella del calzado se realiza sobre tierra firma, tierra batida, césped, turba, arena etc. Nos dará una huella muy diferente. Importante En sustrato blando nos podrá indicar si el individuo corría, si iba despacio, si tenia alguna deformación en el caminar e incluso, si cuando acudió al lugar de los hechos iba de una manera y al alejarse iba de otra, como por ejemplo el acercamiento sigiloso y el alejamiento corriendo. 

También puede determinarnos que en la escena del delito el agredido o asesinado se defendió y le causó un daño en cualquiera de los miembros inferiores, en este supuesto el caminar de alejamiento será diferente.

Por ello, el enfoque policial será totalmente diferente y en lugar de fijarnos en las crestas y surcos nos inclinaremos por las nociones que se deben tener de la marcha bípeda. Para ello es interesante conocer la anatomía del pie y la biomecánica de la marcha.

Respecto a esta última, normalmente en la estática, considerando al individuo en la postura erecta, vertical e inmóvil, el astrálago, que es un elemento óseo clave de estas bóvedas y que recibe el peso transmitido por la pierna a través de la mortaja tibioperonea distribuye las cargas hacia los tres puntos de apoyo que constituyen los extremos de cada uno de los arcos, y de acuerdo con los estudios de Morton, en la siguiente proporción: normalmente, en el talón, la tuberosidad del calcáneo recibe la mitad de la carga transmitida —en este caso el peso del cuerpo—, en el punto de apoyo anteroexterno recibe un sexto de esta carga y en el punto de apoyo anterointerno, un tercio de la carga total.

Cuando aumentamos la carga, los arcos van a sufrir una serie de deformaciones con el fin de absorber y transmitir el exceso de carga al plano de sustentación.
 Estas deformaciones las podemos resumir en un aplanamiento del arco interno, externo y transverso, es decir, de todas las bóvedas, con lo que la superficie de contacto del pie con el suelo se ensancharía y se distribuiría sobre esta mayor superficie el incremento de la carga.

1º En el momento en que el pie toma contacto con el suelo lo hace en dorsiflexión presentando el punto de apoyo posterior o talón que es el primero que se pone en contacto con el suelo. Esta toma de contacto va seguida del abatimiento del resto del pie, quedando la pierna en extensión pasiva. Una vez que ha tomado contacto completo sobre el suelo el pie de apoyo unilateral las fuerzas se distribuyen sobre los puntos de apoyo posterior y anterior o talones del pie.

2º Al continuar el movimiento la pierna va a pasar de extensión pasiva a flexión activa con el fin de dirigir las fuerzas hacia el punto de apoyo antero-interno y darnos impulso para el paso siguiente. 

Cuando la pierna pasa por la vertical  del eje del tobillo, perpendicular al eje longitudinal del pie. Va a ocurrir algo semejante a lo que veíamos en la estática, o sea, las bóvedas tenderán a aplanarse y los puntos de apoyo se separarán. A este aplanamiento de las bóvedas se opone la contracción de todos los tendones tensores plantares, lo que constituye el primer efecto amortiguador.

3º Al continuar el desarrollo del paso, el peso del cuerpo es dirigido hacia delante por la flexión de la articulación tibio-tarsiana y la contracción de la musculatura cinético-desplazadora del talón que lo levanta. 

Al elevarse el cuerpo por la contracción de dicha musculatura, la bóveda anterior queda apresada en este momento contra el suelo (por delante, por el peso del cuerpo que se aplica en medio, y por detrás por la fuerza muscular que levanta el talón, que constituyendo una palanca de segundo género), y tendería a aplastarse si no fuese por la intervención de los tensores plantares, lo que constituye el segundo efecto amortiguador. En este momento el arco anterior se aplasta y el talón anterior del pie se ensancha sobre el suelo.

4º  Por último, el impulso del levantamiento  del talón realizado por el tríceps, se prolonga en su segundo impulso motriz desarrollado por los músculos flexores de lo dedos, con lo que el pie rota ahora hacia dentro y abandona su apoyo sobre el talón anterior levantando primero el quinto, luego el cuarto, tercero y segundo y descansando por último sobre el primero en apoyo terminal. En este momento de transmisión de la fuerzas desde fuera a dentro en el arco transverso, la bóveda plantar resiste gracias a la contracción de los tensores activos, entre los que actúan sobre todo, los flexores de lo dedos. 

El pie, a continuación, se aparta del suelo y empieza a desarrollar su paso cuando e otro toma contacto con aquel, constituyendo este instante el periodo de doble apoyo en la biomecánica de la marcha.

Ademas, también tenemos otros como la "queiloscopia" tema de mi Tesis Doctoral defendida en el año 1999, y del que todavía hoy se sigue investigando; la palatoscopia, rugoscopia, odoroscopia, identificación por dientes... y por supuesto la dactiloscopia, junto con la huella genética como reinas de los procedimientos identificadores de personas, tanto vivas como cadáveres .



















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