Tabla periódica |
Los cambios químicos en los distintos fluidos corporales han sido estudiados y utilizados para datar la muerte. La tanatoquimia es una herramienta que permite responder de forma aproximada a esa pregunta tan frecuente en el mundo de la tanatología ¿Cuándo? E incluso a veces también el ¿dónde? Pues, los fenómenos atmosféricos de un determinado lugar, así como sus características físicoquímicas van a influir en la evolución química e incluso en la presencia o no de los mismos en los distintos fluidos que se estudien una vez cesa la vida de una persona.
En el periodo postvital, según su momento
evolutivo, se produce una biodegradación de las moléculas esenciales
(proteínas, hidratos de carbono, grasa) e incluso minerales, los cuales por las
distintas técnicas de la tanatoquímia pueden determinarse.
Posiblemente de todos los fluídos corporales el
humor vítreo, al encontrarse en una cámara cerrada y aislada del ojo, es el más
utilizado por ser en el que más datos fiables podemos obtener para el tanatocronodiagnóstico,
así como para el estudio de tóxicos, glucosa, colesterol en el caso de
trastornos lipídicos de interés en la muerte súbita y electrolitos tales como
el potasio (k)…
Respecto al potasio (k), si bien estudios recientes indican que no es
fiable si la muestra no es tomada antes de las doce horas tras la muerte, se
señala que este aumenta su concentración al aumentar la tasa de autolisis. La
medición de la concentración de potasio se realiza a través de un electrodo ión
específico, con lo que se obtiene una curva de regresión cuya ecuación es:
Intervalo postvital = 3,38 x [K +] - 10,664
Asimismo, el humor vítreo es
también útil para el estudio de drogas como el alcohol, cocaína, heroína, y
otras. Además, se puede establecer valores glucémicos para determinar casos de
hipo e hiperglucemia como posible causa o circunstancia de muerte, sobre todo
cuando la toma de la muestra se lleva en un momento cercano al cese de las
funciones vitales (respiratoria, circulatoria y SNC).
Otros líquidos donde podemos estudiar distintos marcadores para
acercarnos al momento de la muerte son: el líquido cefalorraquídeo, endolinfa,
líquido pericárdico, líquido sinovial, incluso los fluidos gástricos.
La tanatoquimia ha sido estudia en distintos mecanismos de muerte tal
como en la sumersión, viendo que el estroncio en el suero desangre
intracardiaca es un marcador que nos puede aportar información por sus
diferentes concentraciones según la sumersión halla sido en agua salado o
dulce. Otros marcadores de interés son el calcio, hierro, magnesio y cloro.
Para ello se recomienda que las muestras a analizar sean tomadas en un momento
cercano a la muerte, pues mas allá de las 72 h, los resultados se
desvirtualizan.
Tal como se expresa en una de las conclusiones de la Tesis doctoral de Del Pozo
Luengo, S (2013), Marcadores bioquímicos séricos en la muerte por sumersión:
Eficacia diagnóstica del estroncio y otros elementos traza: “en el caso de muerte por sumersión en agua
dulce la determinación conjunta de estroncio y otros marcadores bioquímicos,
especialmente el hierro, puede aumentar la posibilidad de un diagnóstico
correcto, siendo especialmente útiles los elementos traza en estos casos”.
Aunque
se ha avanzado bastante en la tanatoquímia, es cierto que ésta de forma aislada
no dice nada, pues es una prueba complementaria más en el estudio integral de
cada una de las fases de la autopsia (levantamiento del cadáver en el lugar del
hallazgo, examen externo e interno del cadáver y conjunto de pruebas
complementarias).
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