LESIONES POR ASTA DE TORO

Las lesiones por asta de toro o trauma taurino es el ocasionado por el toro como agente agresor.
El toro tiene un peso aproximado de 400 a 500 kilogramos, y expertos en materia taurina exponen que en su cornamenta es capaz de sostener tres veces su peso.
Las lesiones en su gran mayoría son producidas por las astas del toro, las cuales causarán menor o mayor daño dependiendo de su configuración, aspecto del extremo del asta, trayectoria y fuerza del animal, que se incrementa con la velocidad que éste lleve.
En cuanto a la cornamenta resulta de interés decir, que el cuerno es una excrecencia de formación anatómica análoga a las uñas y pezuñas de los ungulados, y en el toro constituye el arma esencial de su lucha.
El cuerno tiene una constitución que va de cartílago a hueso en su tercio proximal (nacimiento), la curvatura normal de los cuernos, a partir de su arranque, es lateral y anterior y termina con las puntas hacia arriba.
A la primera parte del cuerno, junto al nacimiento, se le llama cepa, rodete o base, la segunda o parte central se le llama pala y a la parte terminal o remate puntiagudo se le conoce como pitón.
El cuerno puede alcanzar entre los 10 y 40 centímetros de longitud y un diámetro de 15 centímetros en la base, dimensiones que, sin duda, nos explican la variedad lesiva y multiorgánica que suelen observarse en estas variedades traumáticas.
Los toros más peligrosos son los de cornamenta “delantera” (cornidelanteros) y “astifina”.
En el momento del impacto la fuerza desarrollada por el asta del toro es de gran violencia, pero la variedad lesiva proviene de la morfología de la pala y del pitón, que para el médico cirujano, y sobre todo si ha tenido la oportunidad de observar la cogida, será de gran ayuda para valorar adecuadamente el cuadro lesivo e instaurar el tratamiento de forma inmediata.
Para el cirujano es muy importante conocer si los cuernos del toro causantes de la lesión, eran cuernos grandes "cornalón" o pequeños "cornicortos", gruesos "astigordos" o delgados "astifinos", "afeitados" o no.
El mecanismo de la lesión explica las múltiples trayectorias que se encuentran en las heridas por asta de toro.
Cuando el cuerno se introduce en el organismo, el toro levanta al lidiador con un derrote, en este momento se presenta la primera trayectoria hacia arriba; el cuerpo del lidiador gira por principios físicos, buscando equilibrar su centro de gravedad, con el pitón como eje, lo que hace casi siempre que el toro realice otro derrote, produciéndose la segunda trayectoria hacia abajo del organismo del lidiador y puede continuar lesionando siempre que no se desprenda del cuerno, por lo tanto, según García de Torre, la lesión por asta de toro posee una morfología cónica de base inferior y  vértice  coincidente con la herida de entrada.
La embestida del toro depende del ángulo de visión del toro en función siempre del lugar que ocupe el lidiador, existen estudios sobre este tópico, el toro como otros animales no diferencia los colores, según el especialista inglés Walter Johnson, la visión del toro tiene la forma de un cono de luz proyectado por cada uno de los ojos. Cualquier objeto visto por él y situado en la zona de intersección de los dos rayos, lo verá bifocalmente, esto da lugar a la presencia de zonas muertas de visión o anticonos, estas son zonas de inmunidad muy útiles para el lidiador.
Además de las cornadas como agente directo del trauma también está el cuerpo del animal y las pezuñas, estas últimas son causa de lesiones cortantes y fracturas al pisotear al torero.

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