Introducción
El abuso sexual infantil (ASI) constituye una forma de maltrato infantil altamente frecuente en cualquier estrato de nuestra sociedad. Pueden afectar a menores, tanto niños como niñas, de diversas edades, siendo el grupo más vulnerable losmenores de 12 años, encontrándose casos en menores de 2 años de edad.
Por desgracia, aún nos queda mucho por hacer para dar visibilidad a esta lacra. En este sentido, la cifra de ASI no detectada proviene casi siempre de los propios menores víctimas de ASI, pues temen desvelar la situación por una serie de cuestiones por las que se sienten en desventaja, piensan que no les van a creer, que les van a castigar o pegar e incluso que es producto de su fantasía, maldad…
Pero no solo el temor del menor a denunciar es lo que impide la visibilidad del problema, también contribuye a incrementar esa cifra negra, la aprehensión a la denuncia por parte de los padres y/o cuidadores cuando se sospecha una situación de semejante naturaleza.
Creencias o mitos sobre el abuso sexual infantil
Estas creencias no ayudan en nada a prevenir esta situación de abuso que atenta contra la integridad física, psíquica y moral del menor, sino que contribuyen a propiciar la perpetuación del ASI. Entre estas creencias contamos con:
- “El Abuso Sexual Infantil es poco frecuente o no existe”
- “El Abuso Sexual es sólo cuando ocurre una violación o penetración por parte del abusador/a”
- “Los Agresores Sexuales son enfermos mentales”
- “Los Abusos Sexuales son fáciles de detectar”
- “Los niños o niñas generalmente mienten cuando señalan que están siendo víctimas de algún abuso”
- “El Abuso Sexual Infantil ocurre sólo cuando hay pobreza”
- “ A los menores hay que enseñarles y mejor alguien de la familia”
- “El Abuso Sexual es provocado por la víctima. A ellas les gusta”
- “El Abuso Sexual Infantil ocurre en lugares solitarios y en la oscuridad”
- “Los Abusos Sexuales afectan a niños o niñas mayores o adolescentes”
¿Qué es el Abuso Sexual Infantil?
Conducta de tipo sexual que se realice con un niño o niña, incluyendo las siguientes situaciones:
1. Tocamiento de genitales del niño o niña por parte del abusador/a.
2. Tocamiento de otras zonas del cuerpo del niño o niña por parte del abusador/a
3. Incitación por parte del abusador/a al tocamiento de sus propios genitales
4. Penetración vaginal o anal o intento de ella ya sea con sus propios genitales, con otras partes del cuerpo (Ej.: dedos), o con objetos (Ej.: palos), por parte del abusador/a.
5. Exposición de material pornográfico a un niño o niña (Ej.: revistas, películas, fotos)
6. Contacto bucogenital entre el abusador o la abusadora a y el menor o la menor.
7. Exhibición de sus genitales por parte del abusador o abusador al niño o niña.
8. Utilización del niño o niña en la elaboración de material pornográfico (Ej: fotos, películas).
Estas situaciones se pueden dar ya sea en forma conjunta, sólo una de ellas, o varias y, pueden ser efectuadas en un episodio único, en repetidas ocasiones o hasta en forma crónica por muchos años.
¿Qué tipo de niño o niña puede ser víctima de abuso sexual?
Cualquier niño o niña puede serlo. No existe un perfil o característica específica que determine la ocurrencia del abuso en un tipo de niño o niña y en otros no. El abuso Sexual Infantil se da en todas las clases sociales, religiones, y niveles socioculturales, y afecta a niños y niñas de diferentes edades.
Aún así, se han identificado algunos factores de riesgo que facilitan este ilícito penal:
• Falta de educación sexual
• Baja autoestima
• Necesidad de afecto y/o atención
• Niño o niña con actitud pasiva
• Dificultades en desarrollo asertivo
• Tendencia a la sumisión
• Baja capacidad de toma de decisiones
• Niño o niña en aislamiento
• Timidez o retraimiento
Estrategias para la prevención del ASI
En el desarrollo de alguna estrategia de prevención del ASI, no se debe olvidar que:
• Hablar de abuso sexual o de sexualidad en nuestra sociedad no es una tarea sencilla, lo más seguro es que en los diferentes contextos en que se desarrolle la experiencia (educativo, sanitario, comunitario, etc.) se generen resistencias o cuestionamientos.
• Siempre existirán aspectos controvertidos que surgirán por diferencias educativas o de crianza e incluso por ciertas costumbres o creencias ancestrales.
• La claridad en las temáticas a abordar resulta ser un elementos clave ya que la sexualidad en nuestra sociedad está saturada de dobles mensajes y subentendidos que contribuyen a la ignorancia y continuidad del problema.
• Para un trabajo dirigido a adultos siempre es bueno plantear con claridad la temática que se ha elegido trabajar, en este caso el ASI. Un punto de inicio de la tarea de la prevención en esta problemática es transmitir que el ASI es un tema que nos debiera interesar a todos como miembros de una sociedad, y que no es exclusivo de un grupo en particular.
• A los niños y niñas no es conveniente hablarles del ASI sin previamente haber abordado la temática de la sexualidad en algún momento. Que el primer contacto con la esfera del desarrollo sexual para un niño o niña sea a partir de las experiencias de abuso podría propiciar un entendimiento erróneo de la sexualidad, contribuyendo a la generación sesgada de su propio desarrollo sexual exclusivamente desde lo dañino o nocivo. Conviene por lo tanto, anteceder alguna experiencia educativa de desarrollo sexual antes de plantear alguna otra instancia preventiva que aborde directamente el ASI.
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